LAPROFESIONALIZACIÓN DE LAS INSTITUCIONES EN MÉXICO

Por Juan Carlos Hernández
En los últimos años hemos presenciado cambios en los procesos del servicio público en muchos sectores y niveles de gobierno del México actual, estos cambios que tienen a bien modificar la atención al ciudadano común cuando solicita o necesita un trámite para lograr un fin determinado.
En ese sentido tenemos que, poco a poco, se han venido profesionalizando y certificando las grandes y medianas empresas pero también las instituciones públicas en bien de la ciudadanía que esta habida de ser tratada con calidez y calidad.
Tal es el caso del Instituto Nacional Electoral que cuenta con un Servicio Profesional Electoral, en donde tiene aproximadamente 2 mil 500 funcionarios que están en constante evaluación y son certificados, académica y laboralmente, en su quehacer ordinario y en procesos electorales.
Otro caso lo tenemos en la Secretaria de Relaciones Exteriores que también tiene un servicio civil de carrera y que aporta con ello beneficios en la atención inmediata y profesional de quien lo requiere.
Es probable que otras entidades, dependencias, escuelas de todo nivel, ya consideren estos procesos reales de profesionalizarse.
Ahora que, en cuanto a qué se necesita para poner en marcha y lograr el cambio, considero que es en varios ámbitos, en donde puede desempeñarse y provocarse gradualmente un proceso para reconocer plenamente la profesionalización como factor importante en la vida y en todo desempeño del ser humano que es siempre perfectible.
En particular, creo que, por ejemplo, no solo en una campaña anual, semestral o por meses, sino que se incluya en los programas permanentes de educación, como la materia de civismo, formación de valores, formación del carácter, ética, etc. que ya existen en algunos programas y guías de clase en todo nivel de educación pública y pero sobre todo privada; hacer pues conciencia de reconocer la perfección profesional como parte integral sin menosprecio, de la vida no solo personal, sino como profesionales en sus quehaceres de toda índole.
Si no se educa desde un principio en valores, no se obtendrán resultados óptimos en el transcurso y al final del proceso educativo. Pues ni el hombre es más, ni la mujer es menos, somos partes complementarias, por lo que tenemos las mismas responsabilidades, los mismos derechos y deberíamos tener las mismas oportunidades…..esto último es lo que falta.
Como ejemplo de lo anterior,el Colegio de México y el INE, realizaron el Informe País sobre la calidad de la ciudadanía en México, un estudio que tiene como objetivo contribuir a la generación de una política de educación cívica que coadyuve a la formación de competencias cívicas, fortalezca la convivencia democrática, promueva el ejercicio de los derechos ciudadanos e impulse espacios de participación ciudadana.
Habrá que trabajar en ello, creando conciencia y por supuesto educando, recreando el pensamiento, la lógica y filosofía y otras ciencias,encausadas hacia el bien. Creo que todo se puede hacer pero colocando las partes en el lugar que corresponda y considerando «el justo medio».
En ello coincido plenamente con el desarrollo de las personas, para luego tener el desarrollo de las instituciones todas susceptibles a cambios loables y plausibles.
Son los individuos quienes hacen y sostienen a las instituciones, porque las instituciones se representan y estructuran por personas, -muchos le llaman capital humano- no solo por nomenclaturas, códigos, leyes o reglamentos. Habrá que invertir fuerte y mucho en la educación para con ello ayudarnos y ser más competitivos:Jóvenes…volver a pensar.