SITUACIÓN  LABORAL… COMPLICADA
Por Elba Gómez

La voluminosa figura de Karina parece flotar al otro lado del mostrador de la tienda de conveniencia donde desde hace un mes labora, entre espacios reducidos, mobiliario que atenta contra su precario guardarropa, las toscas manos morenas parecen volverse más lentas cuando descubre que su supervisor la observa a través de los vidrios de los refrigeradores, ella, como otros muchos habitantes de Tepatitlán, es empleada de la cadena de tiendas Oxxo y devenga un salario que no alcanza a cubrir sus necesidades básicas.

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Aunque  la joven es egresada universitaria, la situación laboral en la que se encuentra es parecida para la gran mayoría de muchachos que terminando  una licenciatura, se preparan a ingresar al mercado laboral y que con tristeza  descubren que no hay empleos suficientes, pasando a ser parte de las estadísticas de trabajadores mal remunerados que sin engrosar la de la taza de desempleo de su municipio, si  forman un sector  importante de la fuerza laboral en indefensión económica.

Karina es titulada de la licenciatura en Negocios Internacionales, es una de las aproximadamente 350 personas  que año con año en la Universidad de Guadalajara Campus Tepatitlán (Cualtos) culminan una licenciatura en  ésta y en otras áreas y que al no hallar acomodo en el mercado laboral para el que han sido formadas son derivadas a la economía informal o  deciden emigrar a buscar fuentes de empleo en otras latitudes o bien, el subempleo es su destino.

El municipio de Tepatitlán cuenta con 136 mil123 habitantes, de los cuales 102 mil 021 están en el renglón de población económicamente activa… aunque sólo estén registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 25 mil 863 y el Plan Municipal de Desarrollo de Tepatitlán indique que de esa población activa de 102 mil 021 se divide en 58 mil151 llamados activos y 43 mil 869 inactivos.

Los números  sobre la complejidad laboral en su municipio no arredran a Karina, la formación e información de la que es acreedora le hacen tener la seguridad que tarde o temprano tendrá la oportunidad de tener un empleo mejor remunerado y con las prestaciones de ley correspondientes, no obstante las limitantes que otros, hasta ahora, le han impuesto cada que acude a las escasas entrevistas de empleo que le envían las dos agencias de bolsa de trabajo a las que está inscrita por una módica cantidad mensual.

Definitivamente el empleo actual de Karina le ha enseñado bastante más que los meses de Servicio Social que tuvo que cubrir para obtener  la liberación de su carta de pasante, no hay día que no practique su porcentaje de inglés, fundamentos de negociación y ventas y la nefasta estrategia Go-to Market cuando la banda del  “Jovanny” y sus compinches cholos acuden en tropel a hacer sus compras de cervezas y cigarros pretendiendo confundir a la cajera para no pagar.

Aunado al ambiente laboral que rodea a la chica, todavía tiene que lidiar con los horarios que le impone su supervisor, que aunque son sólo jornadas de cuatro horas diarias invierte otras dos más en transportarse… caminando desde su casa donde vive con sus padres y cuatro hermanos en Jardines de Oriente hasta… al Oxxo que la quieran mandar, o sea una distancia bastante considerable. Impensable usar el transporte público, sería tomar dos camiones de ida y otros dos de regreso cada día, el equivalente al 25% de sus salario.

Así como Karina, hay cientos de jóvenes en el municipio tepatitlense, subempleados, sin condiciones favorables para su desarrollo profesional, con la adversidad a cuestas,  asalariados en empresas que no cumplen ni remotamente con la Ley Federal del Trabajo, muchachos que llegaron a la meta, que lograron un título universitario, que cumplieron el sueño de sus padres… ¿es justo que estén en tal situación?… ¿Qué tendrán que hacer? ¿a quién deben acudir?…¿ y cuándo alguien se interesará por ellos?