JORGE EDUARDO Y EL SÍNDROME DE PATO LISIADO
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

Los Ángeles 13 de septiembre de 2014. El término “pato lisiado” (lame duck) fue acuñado en la casa de bolsa de Londres en el Siglo XIVIII. Originalmente se referían a alguien que de pronto, ya no podía pagar sus deudas. Después, la misma frase se mutó y actualmente se ha utilizado principalmente en Estados Unidos y se refiere al jefe del ejecutivo precisamente en su último año de gobierno.

Aplicada en ese contexto, en los últimos doce meses de su periodo, el presidente (o incluso el gobernador o alcalde) siente de pronto el peso del tiempo en su respectivo lapso. Su ciclo de gobernante se acerca a grandes pasos a su inexorable final.

Entre otras cosas, el hecho de la existencia del candidato ganador de las elecciones, que ocupará la silla, la oficina y el resto de los símbolos de poder que ahora usa el actual inquilino, le recuerdan al saliente ejecutivo exactamente los días que le faltan para evacuar todo lo que en ese momento siente como de su propiedad.

Como consecuencia de lo anterior, el pueblo gracias a los medios de comunicación, le ponen atención al que está por llegar y claro, le quitan la misma al que está en su camino hacia afuera, al que está por salir.

Entonces el ocupante de la oficina gubernamental, de pronto se va achicando, se va haciendo menos hasta llegar casi a la invisibilidad y como no queriendo la cosa, la misma persona eventualmente, va tratando de auto opacarse cada día más rápido.

¿Lo anterior le aplica a Jorge Eduardo González Arana, actual presidente municipal de Tepatitlán?

De acuerdo al informe del estado que guarda el municipio y que tomó lugar el doce de los corrientes, y leído precisamente por el alcalde de Tepa (aunque escrito por Paco Gallegos), todo indicaría que el presidente todavía tiene cuerda para rato pues hizo promesas a diestra y siniestra, ah pero lo mismo cuentas alegres.

Sin embargo de acuerdo a su rictus, ya se le nota que ciertas cosas ya no le importan que se materialicen o no.

Se le ve cansado y ya no le interesa que su legado hacia el interior de su partido el PAN, sea el peor que haya sufrido la membresía blanquiazul de Tepatitlán.

Por la misma razón, sus ofertas hacia el pueblo, empiezan a tener más forma de fantasía que de realidad, por ejemplo la construcción de la nueva terminal de autobuses así como la promesa de darle a Mezcala dos millones de pesos para construcción de la unidad deportiva.

En lo que a la  terminal de autobuses se refiere seamos realistas, si no se construyó en los dos primeros años del trienio ¿se logrará en el periodo restante de doce meses? Exactamente lo mismo aplica en lo que toca a la Unidad Deportiva de Mezcala. (Basta con recordar el tan “sobado” tema del acueducto, sencillamente no se hizo y como dijo don Teofilito.)

Repito que esos conceptos salidos de la boca de Jorge Eduardo (aunque escritos por don Paco Gallegos), ya tienden a demostrar menos verosimilitud y más signos de quimera pues sencillamente, ya no hay tiempo para ello.

Los patos cojos caminan con mucha dificultad. Entonces el término ya explicado les queda muy bien a los políticos que van mostrando cada día menos energía para cumplir las funciones propias de su empleo.

Sin embargo el hacer cuentas alegres llenas de ensueños, prueba lo lisiado a lo que se refiere la frase acuñada en Londres y usada en USA. Es decir tiene mucho sentido, por lo tanto definitivamente aplica a nuestro alcalde.

Por otro lado, Jorge Eduardo todavía muestra todo su apoyo a Norberto Venegas Íñiguez pero aun en eso, me atrevo a decir que en verdad ya no le importa si Chachín resulta ganador en la elección interna de AN y por lo tanto en la contienda del primer domingo de junio del 2015.

El párrafo anterior se refiere a que después de todo, la realidad consiste en que uno de ellos dos Chachín o Norberto (o incluso el priista Enrique Alejandro González Álvarez) muy pronto ya en doce meses y diecisiete días, le estará diciendo al ahora presidente “hey tú, rapidito para afuera, que ahí te voy.”

Conclusión: todo lo anterior y aplicado a Jorge Eduardo, nos dice que en eso consiste el síndrome del pato lisiado.

Amigo lector, si usted no concuerda con la opinión de este servidor, yo quiero  conocer la de usted, gracias.

alvarezdmezcala@yahoo.com