ESPIONAJE EN MÉXICO
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

Los Ángeles 29 de octubre del presente. Hace unos días un amigo mío y este servidor platicábamos sobre el escándalo suscitado por el espionaje que Estados Unidos ha hecho entre otros, a México. Me decía mi amigo que el hecho de que Estados Unidos hubiera espiado primero a Felipillo Calderón y después a Copetitos Peña Nieto, fue algo nunca visto. No me lo dijo pero mi camarada se notaba algo asustado.

Le expliqué a la misma persona que la práctica de recabar información es usada por todos  los gobiernos además de otros entes sencillamente porque las indagaciones recopiladas, son imperativas para hacer decisiones. “Eso lo hacen todos” como dijo el presidente Obama.

Después le expliqué que efectivamente incluso la policía de Tepa tiene una red de informantes que gustosamente hacen ese trabajo para los guardianes del orden. Los más fieles en ese tipo de cooperación con la chota, son los taxistas.

 

Espionaje teléfonico

Espionaje teléfonico

 

Luego le comuniqué a la misma persona que otro amigo mío también tepatitlense quién estuvo tres años en el ejército mexicano, me contó que a él lo trataron de reclutar para entrenarlo en la inteligencia de zona militar de Jalisco pero a mi conocido no le atraía eso. Sin embargo me platicó que en aquellos años (década de 1980) a los futuros espías del ejército, los entrenaban en Jamay Jalisco.

El mismo ex soldado fue más allá y elaboró como el ejército mantenía un constante número de cuatro informantes empleados en la policía de Tepa. En el ayuntamiento no sabían que esos elementos no eran simples cuicos, perdón, gendarmes empleados del gobierno municipal, si no, que su labor era recopilar inteligencia para el ejército.

Yo no sé si las fuerzas armadas continuarán esas prácticas arriba descritas pero no me extrañaría para nada. Su dedicación, implica e incluye el juramento que hacen los soldados “de proteger a la patria de los enemigos externos e internos.”

Al más alto nivel, dos de nuestros ex presidentes, los dos del PRI, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) los dos fueron agentes de la CIA. Don Gustavo era conocido en la agencia como Litempo 8 y don Güicho Echeverría llevaba el pseudónimo de Litempo 14 (búsquese la información en Google).

Ya llovió desde la década de 1980 y ya no se diga desde los tiempos de los presidentes priistas mencionados. Nuestra patria ya ha evolucionado y en el espionaje, no creo que sea la excepción. Ahora contamos con una sofisticada institución (entrenada claro por el gobierno americano) y llamado CISEN que significa Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

Este centro dudo mucho que tenga órdenes del gobierno para qué espíe más allá de las fronteras, aunque todo es posible. En otras palabras, el modus operandi de la institución es hurgar, escuchar, observar a los mexicanos en nuestro propio territorio y claro, cooperar con el patrón y maestro de ellos. Me refiero a la National Security Administration (NSA) de Estados Unidos.

Concluyendo, en lo que a espionaje se refiere, esa es la realidad de nuestro México lindo y querido. En cuestión de recopilar información, nuestro gobierno hace sencillamente lo que papi Estados Unidos ordena, nada más, pero nada menos.

Entonces ¿para qué asustarse cuando de pronto se sabe que dizque espiaron a Copetitos y antes que él al Felipillo? ¿Cómo se pudiera saber si ellos al igual que sus antecesores Díaz Ordaz y Echeverría son agentes de la CIA?

Amigo lector, si su opinión no concuerda con la de su servidor, yo quiero conocer  la suya, gracias.

alvarezdmezcala@yahoo.com