¿EL TEMOR DE CIENFUEGOS?
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

-El que nada debe, nada teme.- Refrán Popular.

Los Ángeles 8 de octubre del 2015. Ayer escuché una entrevista en Radio Fórmula con el General y Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Zepeda. Palabras más, palabras menos, el militar dijo que bajo ninguna circunstancia permitiría que ningún extranjero interrogara a sus soldados.

El general se refería exclusivamente al caso Tlatlaya Estado de México donde de acuerdo a los reporteros extranjeros, el ejército fusiló a varios ciudadanos alegando que los soldados habían sido atacados antes de que los sardos los mataran. Eso tomó lugar el 30 de junio  del 2014.

Las fotos de los periodistas muestran las perforaciones en las paredes de una bodega así como las manchas de sangre en los mismos lugares. Todos los seres humanos muertos ahí, de acuerdo a las conclusiones de expertos que derivan de las fotos, además de testigos oculares, fueron puestos contra los muros para dispararles, todo a sangre fría.

Ahora, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, de las Naciones Unidas (ONU) quiere investigar lo acontecido en el lugar mencionado pero claro, el jefe de la Defensa Nacional no lo permite. ¿Qué teme el señor Cienfuegos?

Lo anterior me recuerda que hace apenas unos cuantos años cada vez que la ONU quería observar las elecciones en México, el gobierno priista claro, alegaba que eso era permitir que se violara la soberanía nacional. “¡Háganme el refabrón cabor!” Decía Catón. Lo mismo argumenta ahora el militar precisamente que dizque se “viola la soberanía nacional al interrogar a sus soldados.”

Repito la pregunta ¿qué teme el general? No lo vamos a saber porque  no van a permitir que se les haga pregunta alguna a los sardos. Dicho sea de paso “interrogar” implica trabajo de policía y ministerio público, el comisionado de la ONU sólo preguntaría, no interrogaría.

Claro que si después de platicar con los soldados hubiera razón para creer que los ciudadanos muertos fueron asesinados por el ejército, entonces definitivamente se interrogaría a los implicados. Si ese fuera el caso ¿cuántos oficiales de nuestras gloriosas fuerzas armadas se sentirían descubiertos y por ende se les probaría su responsabilidad? Digo ¿ese será el temor de Cienfuegos?

Amigo lector si mi opinión no comulga con la de usted, yo quiero conocer la suya, gracias.

alvarezdmezcala@yahoo.com