PEÑA NIETO EL PEQUEÑO ECHEVERRÍA
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

Los Ángeles 22 de noviembre del 2014. La frase recientemente acuñada por el jefe del ejecutivo Peña Nieto de “nos quieren destruir nuestro proyecto de nación,” me recordó a la arrullada por el entonces presidente (1970-1976) Echeverría Álvarez “los intereses extranjeros ni nos ayudan, ni nos perjudica, sino todo lo contrario.”

Las dos frases así como los personajes que las dijeron se parecen mucho y no únicamente en su membresía del PRI. A grandes rasgos, ambos señores tienen una profunda necesidad psicológica de protagonismo. A los dos se les encanta que a nivel mundial se hable de ellos. Y ninguno de ellos, es obvio, tomó cuando menos un semestre de lógica durante su paso por la universidad.

Casi se me olvida que ambos ordenaron la muerte de estudiantes. Y por fin, los dos fácilmente transfirieron responsabilidad a otros entes, es decir, cualquiera era responsable menos sus gobiernos.

Sin embargo, veo una diferencia abismal entre Enrique y Luis. Echeverría aunque también era mentiroso, no se le ocurrió en sus seis largos años de mandato, poner a su vieja a que diera la cara por él, como en días pasados lo hizo doña Angélica Rivera al expresar en los  medios de comunicación que la controversial casa era de ella solamente. ¡Háganme el favor!

Es decir, doña María Esther Zuno de Echeverría no le faltó el respeto a su marido ni a la institución presidencial haciendo declaraciones del tipo de la Gaviota y por ende exhibir los pocos güe…nos deseos de su esposo.

La frase de don Luis “los intereses extranjero ni nos ayudan ni nos perjudica sino todo lo contrario,” es algo vacío. ¿Qué es lo contrario de ayudar ni perjudicar? Al expresar “todo lo contrario” de lo que se dice en la primera parte, ya no se refiere pero para nada a lo expresado. Es decir la segunda parte anula a la primera para que la frase quede totalmente eliminada por sí misma.

Ah pero lo dicho por Copetitos ¿a qué se refiere? “Nuestro proyecto de nación,” es una contradicción en sí misma. Es decir “proyecto” de acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es algo que todavía no se termina y en algunos casos es algo que no se comienza todavía. México para información del presidente actual, es una nación desde 1824.

Pero bueno dejando a un lado la obvia ignorancia de las leyes de la lógica de ambos priistas, los dos son asesinos de estudiantes. Echeverría ordenó como secretario de gobernación, la matanza de jóvenes en aquel fatídico año de 1968.

Peña Nieto ha ocultado pero muy bien, la matanza de Ayotzinapa. Para ello fabricó dizque la participación de la chota de esos lugares. ¿Vamos a saber la verdad? No, para nada, algún día nuestros nietos la conocerán ya que hayan pasado unos cuarenta años y el CISEN desclasifique esa información.

Esa información ahora clasificada ¿tiene algo que ver con los fusilamientos perpetrados por el ejército (nuestros valientes sardos) unos días antes de los hechos en Ayotzinapa Guerrero?

Me refiero a las recientes muertes en Tlatlaya Estado de México donde 22 humanos fueron fusilados por soldados que luego trataron de cubrir los hechos haciendo falsos reportes. Dicho sea de paso, la información divulgada en Estados Unidos por periodistas americanos especializados en ciencia forense no deja lugar a dudas, todas esas personas fueron puestas contra la pared en una bodega para luego dispararles a boca de jarro. Por lo tanto ¿cuánta responsabilidad tienen las fuerzas armadas en lo de Tlatlaya? Es decir ¿hay conexión entre ambos casos?

Las preguntas básicas tanto en 1968 como hoy en día son ¿por qué y para qué asesinar de en esa forma? ¿Qué querían lograr Echeverría y ahora Peña Nieto matando en masa a su pueblo?

Sin embargo tocante a la cantidad de personas asesinadas, hay una diferencia entre Copetitos y Echeverría, don Luis mató a cientos y muchos dicen que miles aunque no se sabe hasta hoy en día la cantidad exacta.

En contraste a Enrique solo se le pueden contar hasta hoy, 22 fusilados en Tlatlaya además de los  43 asesinados y además quemados en Ayotzinapa que nos dan un total 65 vidas de jóvenes mexicanos. Bien “haiga” nuestro actual valiente jefe del ejecutivo.

En fin los dos mandatarios priistas, mentirosos y sobre todo asesinos, también tienen en común la tendencia a decir frases vacías, carentes de toda lógica.

Sin embargo Peña Nieto en cantidad de muertes de estudiantes, todavía tiene camino por recorrer, por aprender, para llegar al nivel de Echeverría. En eso me basé para decir “Peña Nieto el pequeño Echeverría.”

Amigo lector, si la opinión de este servidor no concuerda con la de usted, yo quiero conocer la suya, gracias.

alvarezdmezcala@yahoo.com