AÑO NUEVO… ¿YA ES 2014?
Por Elba Gómez

Las postrimerías del año del 2013 y los albores del 2014 llegan y con ello llega también el recuento de aciertos  y desaciertos que a nivel personal  o colectivo pudimos haber contabilizado y entramos de lleno a ese período de reflexión propio de el ciclo vivido y al mismo tiempo la expectativa del  que está por venir.

Feliz Año 2014

Feliz Año 2014

Así, como quien camina por la vida sin darse cuenta del tiempo transcurrido, hemos llegado al final del año e iniciamos otro más entre la algarabía que todavía conservamos los mexicanos gracias al período festivo al que por antonomasia nos adjudicamos, el puente Lupe /Reyes.

Y es que la embriaguez que causa el exceso de tejocotes, ingrediente activo del ponche que generosamente corrió en cada posada y el cual libamos con singular alegría, pudiera ser una de las causas de que ni nos demos por enterados que ahora sí, comienzan a hacerse realidad las reformas que el año pasado tuvieron a bien nuestros legisladores  aprobar por el bien y el progreso de esta ninguneada nación.

O quizá sea la ingesta desmesurada  de chocolates, buñuelos, cacahuates y todo lo que se apetece en esta temporada lo que no nos permite tomar consciencia de la realidad y pasemos desapercibida la penosa situación carcelaria en la que se encuentra la dulce maestra Gordillo que muy probablemente esta Navidad compartió  su escasa cena navideña con sus compañeras reclusas… que debió haber sido tan modesta e insípida como las cenas navideñas de otro poderoso líder sindical que fue encarcelado hace  cuatro sexenios por los mismos motivos que la maestra inolvidable, Joaquín Hernández Galicia de triste memoria.

Total que hasta olvidamos el motivo principal de este tiempo de Adviento, del nacimiento del Salvador, del sacrificio de los Santos Inocentes, de la Circuncisión del Señor y de la Epifanía, donde debiera ser un tiempo de gozo, penitencia y reflexión lo convertimos los mexicanos en una bacanal donde la adoración a Baco ¿o a Dionisio? ¿ o a Mayáhuel?  es la constante, en este lapso, el muy mexicano puente  Lupe/ Reyes  comienza el doce de diciembre con el festejo de nuestras Lupitas y termina el seis de enero con la atascada de la Rosca de Reyes, en todos estos festejos corren generosos ríos de alcohol a los que le entramos como si se fuera a acabar… total, ya llegará enero, donde entremos en sobriedad.

Se nos olvidan también en este tiempo los eventos importantes que marcaron la agenda nacional y que por la importancia que revistieron pasaron a ser acaecimientos que nos sumieron en la indefensión emocional por un largo período… ¿o qué? ¿a poco usted no se angustió hasta lo indecible en pensar cómo le hará el Peje para pagar los servicios del suntuoso hospital que le atendió por su publicitada afección cardíaca? … o la máxima preocupación del sentir del mexicano común, que fue de índole futbolera, primero por las penurias que pasó el Tri para asistir a Brasil 2014 y luego la derrota de la Águilas del América… digo, esas no son penas menores.

En enero nos llega la cruda física, económica y emocional y para paliar un poco esa resaca, nos imponemos penitencias propias de quien cae en los excesos, buscando así aminorar la culpa que nos corroe… así pues, vemos a principios de enero, los gimnasios hasta el tope, las cantinas con pocos parroquianos, los comercios con raquíticas ventas y los templos colmados de feligreses…y todos tratando de sobrellevar la difícil cuesta de enero.